domingo, 16 de febrero de 2014

Es hora de dar la cara

La ofensiva nacionalista con su bombardeo programado e intensivo de proclamas secesionistas, a través de la mayor parte de medios escritos y audiovisuales de Cataluña,  acaba afectando a una población que se nutre para su información mayoritariamente de esos medios.

En la batalla de la información en Cataluña están por una parte la Generalitat, creando contínuamente noticias pro-secesionistas prestas a ser difundidas por sus medios propios o afines. También  poderosas y subvencionadas organizaciones como Omnium Cultural con su red capilar a nivel de municipios; la ANC  capaz de organizar grandes eventos y controlar la logística de las grandes manifestaciones del 11 de septiembre. No faltan tampoco los apoyos para los católicos. Para ello siempre está disponible la Abadía de Montserrat,  religiosamente cuidada por la Generalitat. No olvidemos tampoco el importante papel del fútbol. Inapreciable para el secesionismo la participación de la entidad deportiva más querida en Cataluña, el Barça : Vía libre al paso de la cadena humana por el campo, segunda equipación con la bandera catalana en el tricentenario, cánticos independentistas cada partido a las 17h 14 minutos….
Evidentemente me dejo en el tintero un montón de organizaciones diseñadas o utilizadas con los mismos fines, pero la muestra no es pequeña.

En la otra parte nos encontramos a unos partidos políticos nacionales ambiguos y prestos a negociar con el nacionalismo si ven beneficios partidistas, un gobierno central que no se entera o no quiere enterarse y pretende que las aguas vuelvan a su cauce sin hacer nada, ministros que demuestran un desconocimiento total de la situación, periódicos nacionales que por querer ser neutrales se convierten en cómplices… Es cierto que hay partidos como Ciudadanos que han dado la cara desde el primer momento. También algunos integrantes aislados del PP y de UPyD. Algunos intelectuales y comunicadores y poco más.
Casi parece un milagro que con este desequilibrio de fuerzas una buena parte de la población de Cataluña no haya caído en la trampa del "España nos roba" y el "Con la Independencia viviremos mejor".

La fuerza más importante somos nosotros mismos, los que estamos inmersos en esta sociedad que es tan nuestra como lo es de ellos. Es hora de dar la cara.


Es hora de dar la cara en todo momento y en todo lugar:
Es hora de dar la cara en los colegios y en las asociaciones de madres y padres de alumnos. De no dejarse llevar por la inercia. De decir no cuando corresponda. De hablar en nuestro idioma materno, porque lo entiende todo el mundo, de exigir el bilingüismo en la escuela. De no aceptar lo que nos parece injusto y dejarlo pasar temiendo el posible perjuicio para nuestros hijos. Si somos muchos no habrá perjuicio. Mi admiración a las pocas familias que han llevado estos hechos ante los tribunales.

Es hora de que los trabajadores no escondan sus ideas en las empresas, despachos y comercios. Que cuando el impulsor secesionista de turno exponga sus ideas la rebatamos sin complejos. Es hora de que no intentemos chapurrear el catalán en las reuniones cuando todo el mundo nos entiende en nuestra maravillosa lengua española. Es hora de dar la cara

Es hora de que los empresarios digan alto y claro los enormes peligros del secesionismo para la economía. Hablar de esto no es hacer política es simplemente planificar el futuro. Bienvenida la valiente Declaración de Barcelona por un grupo de directivos y empresarios alemanes. Solo han dicho lo que la mayoría de empresarios piensan. Pero la mayoría permanece callada. Es hora de dar la cara


Es hora de que los maestros y profesores no claudiquen ante Directores y normas monolíticas y utilicen el castellano de forma natural, como lo hace la sociedad en que vivimos. Las escuelas no pueden ser centros cerrados monolingües. Absurdo que en las tutorías con padres de alumnos se intente utilizar exclusivamente el catalán cuando se está frente a padres castellano parlantes.


Es hora de que los estudiantes universitarios den la cara y  exijan que las clases se den en el idioma que entiende todo el mundo, sea castellano o catalán e impedir el maltrato psicológico que se da a compañeros venidos de fuera que desconocen la lengua minoritaria. Es hora también de que no miren para otro lado cuando se coarta la libertad de expresión.


Nuestro mayor respeto por el catalán, la segunda lengua más hablada en nuestra comunidad,  pero sin que ello implique ceder un ápice de nuestros derechos y del respeto que merecemos.

Hace tiempo que se empeñan en que nos sintamos extraños en nuestra propia tierra. Y a veces lo consiguen. Es por ello que es hora de dar la cara.
No tenemos la potencia de fuego de la Generalitat con sus grupos y medios subvencionados, pero disponemos de la mejor arma, la fuerza de la razón y de la ética. Somos muchos aunque hasta ahora solo hayan sido francotiradores los que han plantado cara .
El mundo secesionista va a continuar su implacable labor de intentar ganar adeptos al secesionismo ofreciendo promesas irrealizables. Nuestra contribución para evitar la tragedia  es la de dar la cara en todas nuestras vivencias habituales.
Es hora de que la llamada mayoría silenciosa tome la palabra porque si no lo hace se verá definitivamente silenciada. Es hora de que la realidad de la calle se refleje en las estadísticas. Es hora de dar la cara.

3 comentarios:

  1. Buen artículo, retrato de lo que pasa. Y en la Moncloa, jugando a don Tancredo, el que jugaba a ser estatua en la plaza de toros.

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  2. Desde luego es un bienintencionado vapuleo a los indecisos. Tal vez necesitemos unos cuantos más, a ver si perdemos el temor a exponer nuestra opinión.

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  3. Buen artículo. No se que hace Rajoy para hacer valer la constitución española en Cataluña. Por más que le pese a los catalanes siguen siendo españoles y deben acatar esa constitución. Ya está bien de soportar a asociaciones independentistas y el.insulto diario a representes de partidos nacionales. Esperemos que los indecisos de decidan a votar y que este país no cambie el mapa político hasta que esté realmente fuera de la crisis yponga a los catalanes independentistas en su sitio.

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