domingo, 31 de marzo de 2013

Cataluña no es Kosovo

En el imaginario independentista catalán hay una serie de referencias con las que intentan compatibilizar su deseado proceso de secesión: Escocia, Kosovo, Chequia, Eslovaquia, Quebec,.... En un post anterior,   "Cataluña no es Escocia", hemos dado nuestra opinión sobre las sustanciales diferencias entre ambas comunidades. El caso de Kosovo es quizás el mas venerado por el nacionalismo ya que el 17 de Febrero de 2008 su parlamento declaró unilateralmente la independencia de Serbia. Alguna delegación de independentistas catalanes  ha pasado ya por Pristina para aprender el modelo Kosovar, pero la verdad es que ni el modelo es aplicable a Cataluña ni los resultados tras varios  años de pseudoindependencia tienen algo de envidiable.

Kosovo, un pequeño territorio, que actualmente tiene 1,8 millones de habitantes, fue una parte del Imperio Serbio hasta la conquista de toda la zona de los Balcanes por los otomanos en 1455. Durante la dominación otomana que se extiende hasta principios del siglo XX el territorio se islamiza y se incrementan los habitantes de origén albanés frente a los de origen serbio. En 1912 Kosovo fue reconocido como parte del Reino de Serbia tras una cruenta guerra y exterminio de parte de la población de origen albano. En la época de Tito , con el fin de mantenerlo pacificado, los serbios le conceden diversos grados de autonomía que queda consolidada en la Constitución de 1974 como Provincia autónoma socialista de Kosovo.

En la década de 1980 coexistían en Kosovo dos grandes comunidades que se excluían entre si: albanos, de mayoría islámica y serbios, fundamentalmente ortodoxos. Con la llegada de Milosevic al poder en Serbia, se exacerba el nacionalismo serbio y se pone fin  a la Autonomía kosovar con un desprecio absoluto al pueblo de origen albano y a las leyes en vigor.  Los crímenes cometidos por el regimen de Milosevic y la importancia geoestratégica de la zona llevaron a la guerra de Kosovo en la que la OTAN vence a Milosevic y Kosovo queda sometida a la resolución 1244 de la ONU  pasando a ser administrada por La Misión Provisional de las Naciones Unidas en Kosovo (MINUK). Se producen grandes desplazamientos de población pasando a ser Kosovo una comunidad de gran mayoría albana y musulmana. ¿Alguién puede encontrar una similitud aunque sea lejana con la situación de Cataluña?.Yo, desde luego no.

El 17 de febrero de 2008 el parlamento kosovar declaró unilateralmente la independencia de Kosovo. EEUU, Reino Unido y Francia la apoyaron rápidamente. EEUU tenía un ínterés especial dado que ésto le permitió construir en territorio kosovar el "Camp Bondsteel",  la mayor base militar del ejército de EEUU fuera de territorio estadounidense.  El gobierno serbio pidió una opinión consultiva a la Corte Internacional de Justicia y ésta dictaminó que la declaración efectuada por Kosovo no violaba el derecho Internacional ni la resolución 1244.

El parecido de la situación de Cataluña con la de Kosovo solo existe en la imaginación nacionalista. Cataluña forma parte del estado español desde hace más de 500 años. Estamos en un Estado Democrático que pertenece a todos los organismos internacionales. EEUU no necesita una Cataluña independiente para colocar nuevas bases militares. Ya tiene  bases en España. Y muchas.
No existe en España un Milosevic, acusado de crimenes de guerra contra la humanidad y genocidios, que haya actuado contra  la población catalana y que sirva de excusa   para la intervención de potencias extranjeras ¿O sí?
Tenemos una Constitución aprobada por  mayoría aplastante (incluyendo catalanes)  en las que se afirma que  Art.2  La 
Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la
Nación Española.
         
Kosovo ha sido siempre tierra de grandes conflictos entre su población. Actualmente más del 95% de la misma es musulmana y la gran mayoría son albanos. Tras 5 años de independencia unilateral no ha sido reconocido por la ONU y solo lo han reconocido 98 de 193 paises. Tiene una renta per capita en torno a los 1500€  (la de Cataluña es de 27.400 € ) y un paro del 40-50%. Carece de representaciones deportivas en las grandes Federaciones Internacionales.

El nacionalismo catalán busca comparaciones "exóticas" para dar razones a su sin razón. Comparar Cataluña con un país donde se han producido grandes genocidios étnicos-religiosos  a lo largo de la Historia y, una guerra contra Serbia, en los últimos 25 años me parece denigrante. Compararla con un pequeño país que las potencias occidentales han utilizado como cuña contra Serbia y Milosevic me parece inaudito.
Lo más inquietante sea, quizás, no querer darse cuenta de las consecuencias, tras 5 años de independencia, en las condiciones de vida de los habitantes de Kosovo. Extremadamente pobres, aislados y con tristes expectativas.
No creo que el nacionalismo catalán tenga en el pensamiento que en un futuro, con la independencia, los catalanes pasemos a ser en Europa como las bandas criminales de albano-kosovares que pululan por Europa. Sinceramento no lo creo

Por todo lo dicho y por muchos más hechos que harían este post demasiado extenso nos reiteramos en que Cataluña no es Kosovo ni queremos que lo llegue a ser.

Referencias:


1.-www.albanianhistory.net
2.-www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=7996
3.-www.icj-cij.org/docket/files/141/15987.pdf
4.--wikipedia.Kosovo

sábado, 23 de marzo de 2013

Cataluña no es Escocia (Revisado Julio 2017)

El 18 de septiembre de 2014 se celebró el referendum para decidir  la independencia de Escocia del Reino Unido. Alex Salmond, Presidente del Partido Nacional de Escocia  y David Cameron Primer Ministro del Reino Unido habían llegado a un acuerdo en octubre de 2012 para la celebración del citado referéndum. La participación fue masiva (84,6%) ganando los escoceses contrarios a la secesión de Reino Unido por un porcentaje del 55,3% de votos.
Ya desde sus inicios el nacionalismo catalán utilizó machaconamente esta convocatoria para intentar establecer una similitud entre la situación de Cataluña y Escocia.
Incluso en estos días en que se pretende hacer un referéndum ilegal en Cataluña hay voces indocumentadas que mantienen la similitud con el escocés.
Vamos a reflexionar en las siguientes líneas sobre las características entre ambos procesos que los hace totalmente distintos e incomparables.

Cataluña ha formado parte de lo que actualmente conocemos como España como mínimo desde principios del siglo I. 
Escocia forma parte del Reino Unido desde el siglo XVIII (17 siglos de diferencia).

Siglos I a V: El actual territorio de Cataluña forma parte de la Hispania romana. Está englobada en una gran provincia, la Tarraconensis.
El territorio de la actual Escocia no sufre la romanización. Las tribus de los pictos detienen el avance romano, que construye el muro de Adriano como frontera exterior del imperio. Inglaterra sí es romanizada bajo el nombre de Britania.

Siglos VI a VIII. La actual Cataluña queda dentro del Reino Visigodo como  parte de Hispania y  al final del periodo sufre, como el resto, la invasión árabe.
En Escocia se establece el reino de los pictos plenamente independientes de los anglosajones del Sur.

Siglos VIII a XII. Se establece y consolida la Marca Hispánica comprendiendo diversos condados, destacando el condado de Barcelona.
En Escocia se mantiene el reino de los pictos ganando importancia los escotos que acabarán dando nombre al reino de Escocia. Siguen independientes.

Siglo XII-XV La boda de Ramón Berenguer IV con Petronila une los condados catalanes con el Reino de Aragón, formándose la Corona de Aragón. Esta Corona se amplía con los reinos de Valencia y Mallorca. En 1412 por el compromiso de Caspe la Corona de Aragón queda ligada a la de Castilla, manteniéndose reyes comunes a partir de 1479.
El reino de Escocia gana la guerra frente a Inglaterra. Se hace célebre la Batalla de Bannockburn y su héroe independentista William Wallace.  Sigue como reino independiente.

Siglos XVI a XVIII El principado de Cataluña, dentro de la Corona de Aragón forma parte del Imperio Español. En 1714 tras ganar la guerra de Sucesión, FelipeV deroga los antiguos fueros y leyes.
En 1707 Escocia e Inglaterra firman el Acta de Unión, por la que desaparece el Reino de Escocia y el de Inglaterra y se crea el Reino de Gran Bretaña. Escocia deja de ser un estado independiente.

Se puede decir más alto, pero no más claro, que la situación de ambos territorios no es comparable. Cataluña nunca ha tenido Estado propio formando siempre parte de las diversas estructuras hispanas, mientras que Escocia lo ha tenido durante al menos diez siglos.
Por otra parte no se debe olvidar que la situación legal de ambas comunidades es distinta. La Constitución del Reino Unido no es un documento único sino que se trata de una colección de estatutos, jurisprudencias y diferentes tratados de carácter internacional que la configuran. En el caso de España la situación es bien distinta. Existe una Constitución aprobada por mayoría aplastante en 1978 que dice en su Art.1.2 La soberanía nacional reside en el pueblo español (no en el catalán, andaluz ó de  Calatayud) y en su Art.2 La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación Española.

Lo que hizo el Primer ministro del R.U. no lo puede hacer el Presidente español, no solo por las grandes diferencias históricas, sino fundamentalmente por que sería un acto ilegal y es que, por mucho que se empeñe el nacionalismo,  Cataluña no es Escocia.

Bibliografía

1.- Otra Historia de Cataluña. Marcelo Capdeferro. Libros Libres.
2.- Enciclopedia Larousse Vol 8 pag 3831-3835.
3.- www.lavanguardia.com/internacional/20121015.
4.- Constitución Española 1978


viernes, 15 de marzo de 2013

Manipulando el derecho a decidir

El nacionalismo siempre ha tendido a envolver sus objetivos en el ámbito de los sentimientos. La cercanía, lo propio, lo nuestro, nuestro pasado, nuestra identidad, nuestra lengua... como signos diferenciales frente a los  "otros". Se comienza diciendo que somos diferentes y se acaba afirmando que somos mejores y luego pasa lo que pasa... En el caso del nacionalismo catalán ante el poco éxito de la llamada a los supuestos sentimientos nacionales, se pone en marcha el nacionalismo económico: España nos roba, Cataluña independiente sería más rica.... Afirmaciones siempre sin ningún rigor, pero que mil veces repetidas y en épocas de crisis pueden crean dudas en un nutrido grupo de ciudadanos.

En su ceremonia de la confusión se apropian de un término con el que cualquier demócrata y amante de la libertad está absolutamente de acuerdo: El derecho a decidir. 
La libertad es posiblemente la distinción fundamental del ser humano. Ser libre para acertar o equivocarse es irrenunciable. Pero precisamente porque somos libres conocemos perfectamente que los demás también tienen derecho a serlo . Existe una zona donde nuestra libertad se cruza con la de otros y es ahí donde en democracia nacen las leyes para que no existan privilegios en el uso de la libertad de unos  frente a los demás. Los amantes de la libertad aceptamos que hemos de compatibilizar nuestra libertad con la de los otros y aceptamos que hayan leyes que marquen nuestros límites.

El derecho a decidir debe ser absoluto cuando no se interfiere con la voluntad de los demás. Tengo derecho a decidir sobre mi cuerpo, sobre mis ideas, sobre todo lo que me afecta en el plano personal y que no interfiere con los demás. A partir de ahí tengo derecho a opinar en el ejercicio de mi libertad, pero no siempre tengo derecho a decidir. Tengo derecho a opinar que me gustaría ser alto, rico y guapo, pero no tengo derecho a decidir, simplemente porque no tengo la "soberanía" absoluta sobre mi cuerpo y sobre mi capacidad de generar riquezas. Y ese es el punto donde el nacionalismo manipula el término derecho a decidir cuando se habla de la posible independencia de Cataluña.

El derecho a decidir sobre la secesión de España no es propiedad de un grupo específico de españoles, sea de un pueblo, una ciudad o una región, sino que es propiedad del conjunto de personas que habitamos en España. En 1978 aprobamos la Constitución por mayoría aplastante y fuimos precisamente los catalanes los que lo hicimos de la forma más contundente con un 91% a favor y solo un 4,65% en contra. Nos otorgamos unas leyes que modulan la intersección entre las libertades individuales de las personas y las de los conjuntos de las mismas. Dice el Art.1.2 La soberanía nacional reside en el pueblo español (no en el gallego , catalán, de Barcelona ó de Hospitalet de Llobregat...). La ley nos limita el derecho a decidir por los demás.

La manipulación del derecho a decidir puede explicar la extraña actuación del PSC . Por una parte su secretario general se rebeló contra el PSOE votando a favor de una resolución en este sentido en el Parlamento de Madrid e incluso abanderando la misma iniciativa en el Parlament. Por otra parte él mismo confesó que en caso de consulta votaría en contra de la secesión. La excusa  es que se debería de lograr un acuerdo para hacer legal la consulta . Aún en el supuesto que se diera un soporte legal, lo cierto es que se estaría consultando por algo que un colectivo determinado no puede decidir, por lo que estaríamos ante una consulta-fraude. La actuación del dirigente socialista solo puede explicarse por la necesidad existencial que tienen muchos personajes públicos en Cataluña de demostrar que  también son "un poco" nacionalistas.

El nacionalismo manipula sentimientos, entroniza tópicos, modifica la Historia para adaptarla a sus intereses, crea tradiciones, distorsiona los datos económicos para justificar sus reivindicaciones y tiende trampas ideológicas, en las que caen algunos ingenuos, manipulando todo lo que le conviene, incluyendo el derecho a decidir.

sábado, 2 de marzo de 2013

PSC. Síndrome de Estocolmo

Cuando en 2003 el socialismo llegó al Gobierno de la Generalitat, muchos pensaron que con ello se comenzaba a desactivar la amenaza nacionalista. Todo lo contrario. Fué el punto de partida para que el llamado "catalanismo" circulara por la vía del "soberanismo" hasta mostrar definitivamente su "independentismo". Es en noviembre de 2003 cuando el candidato socialista al gobierno central, José Luis Rodriguez Zapatero, comete el primero, y seguramente más significativo, de sus grandes errores. En un mitin en el Palau de Sant Jordi se compromete a apoyar "la reforma del Estatuto de Cataluña que apruebe el Parlament". Así. Sin más. Seguramente no pensaba que el 14 de marzo del año siguiente, en tristes circunstancias, ganaría las elecciones.

Con la redacción y defensa del nuevo estatuto, por fín las élites nacionalistas del socialismo catalán se vieron acogidas con alegría por el mundo nacionalista real del principado.  Ya estaban todos juntos. Unidos de la mano, se redactó el nuevo estatuto que fue definitivamente bendecido por dos personajes que sin duda pasarán a la parte triste de la Historia de este país: Zapatero y Más.
Ese mismo año el estatuto fue ratificado tan solo por el 36% del censo, tras una votación en la que participó menos de la mitad de los ciudadanos con derecho a voto. Y es también en el 2006 cuando aparece el personaje más curioso de esta historia, el señor José Montilla (algunos lo llamaban Josep). Todo hacia prever que la excelente mezcla de su origen cordobés con el seny catalán llevarían a una política de unión y respeto para todos los ciudadanos de Cataluña. Pero no. Todo lo contrario. Además de los grandes desastres económicos del infortunado periodo de su mandato, el nacionalismo levantó el vuelo cogiendo impulso para llegar a la insólita situación actual.

Analizando el comportamiento del honorable señor de Iznájar y  algunas actuaciones  del Sr. Pere Navarro en las Cortes, dirigiendo  al PSC a votar por "el derecho a decidir", aún a costa de romper la unidad socialista, uno llega a pensar que el socialismo en Cataluña vive un cierto Síndrome de Estocolmo. Los socialistas constitucionalistas del PSC tienen a su alrededor a un nacionalismo que ocupa muchos de los centros de poder de la sociedad catalana, incluyendo el apoyo de los medios de comunicación, e incluso tienen a su alrededor a socialistas claramente nacionalistas de indudable poder social y mediático: los Obiols, Ros, Geli, Elena, Martínez-Sampere, Ventura..., todas ellas personas respetables, pero que anteponen el nacionalismo al socialismo

El Síndrome de Estocolmo del socialismo catalán se manifiesta en que tratan de cumplir los deseos de sus secuestradores ideológicos, a los que intentan imitar,  y muestran sentimientos positivos hacia los mismos. Esto explica, por ejemplo,  que cuando cinco diputados catalanes rompen la disciplina de voto en el Parlament y se abstienen en la resolución soberanista de Junqueras y Más, prácticamente no pasa nada. Aunque se rebelen contra la dirección, se les disculpa públicamente ya que  conviene quedar bien con el nacionalismo (los de su partido y los otros). Sin embargo cuando en el Parlamento español  una diputada, Carmen Chacón, rompe la disciplina de voto por el "derecho a decidir", se pone el grito en el cielo. Se la descalifica y se exige que pierda todos los derechos como futura candidata ó incluso que deje su acta de diputado. Hay que dar muestras a los secuestradores ideológicos de que somos del grupo. De que estamos con ellos.


Este secuestro ideológico hace que se deje de lado la auténtica realidad. La mayor parte de ciudadanos  que votan al PSC -PSOE lo hacen porque es un partido socialista (ó debería serlo). El estudio sociológico de sus votos demuestra su fortaleza en las regiones periféricas de Barcelona, donde el nacionalismo está menos arraigado.  Hospitalet, Badalona, Santa Coloma de Gramanet, Cornellá , El Prat, Rubí...  votan al PSC (incluso en su desgraciada experiencia electoral de 2012) para que les arregle sus problemas sociales..., y el socialismo responde apoyando al nacionalismo en contra de los derechos de muchos de esos ciudadanos que lo han votado.
Seguramente el extraño comportamiento del PSC tiene causas multifactoriales, pero sus contínuas ganas de agradar y su servilismo con el nacionalismo hace pensar que su forma de actuar es compatible con un cierto Síndrome de Estocolmo.