domingo, 6 de octubre de 2013

El nacionalismo y la estética.

Viendo en TV algunas imágenes de la cadena humana realizada el  11 de septiembre en Cataluña, fui una vez más consciente de la estrecha relación entre nacionalismo y estética. Personas jóvenes a mi alrededor sin ninguna convicción nacionalista estaban impresionadas por la magnitud estética y festiva del evento. No hay que negarlo, ver a centenares de miles de personas en un ambiente festivo envueltos en banderas y en muchos casos vestidos con las mismas camisetas podía incluso dar pie a que algunos jóvenes sintieran una cierta envidia por no estar presentes en la fiesta multicolor. Por suerte, para muchos, todavía la razón está por encima de las emociones y de la estética.

No voy a entrar en la polémica en cuanto al número de personas presentes en la cadena. Se sabía que eran necesarias unas 300.000 personas para completarla. Los primeras estimaciones llegaron a las 600.000 personas y con el paso de los días se fue consumando la clásica escalada: un millón, un millón y medio y finalmente se llegó a la cifra mágica de los dos millones. Supongo que el límite serán los 7,5 millones de catalanes menos uno ya que yo no estaba y no me pueden contar. De todas formas tampoco asistieron varios millones  de personas más.
Lo cierto es que fue una fiesta de gran vistosidad. La estética, como siempre hace el nacionalismo, estuvo muy bien cuidada. Como espectáculo televisivo fue excelente. El despliegue de medios de TV3 fue excepcional. Los medios subvencionados se prodigaron en reportajes,  concursos fotográficos sobre las mejores imágenes...etc. El dinero público da para mucho.

El nacionalismo tiene muy claro que hay que alejar a las personas de su individualismo racional y hay que sumergirlas en el grupo, en una fiesta de colores, himnos, proclamas, teórico compañerismo y, sobre todo, hay que definir un enemigo. El enemigo es España.


 Como ha afirma el premio Nobel Mario Vargas Llosa, el nacionalismo es el regreso a la tribu. En la tribu el individuo se sentía protegido porque formaba parte de un ente  capaz de enfrentarse a entes distintos. La evolución  permitió que la persona fuera consciente de su valor intrínseco, de que podía ser un ente individual y que era mucho más que una mera parte de un grupo.
El nacionalismo intenta regresar a ese grupo cerrado, a ese grupo tribal, el cual  pretende mantener homogéneo a lo largo de los siglos manipulando la Historia cuando es necesario.

El regreso a la tribu se ayuda con la homogeneidad, con la "razón colectiva", con las grandes demostraciones con un planteamiento único. Con la sensación de que estamos ante iguales y que tenemos un enemigo común. Con la estética de las masas uniformes.
La  preocupación del nacionalismo por la estética ha sido bien evidente a lo largo del siglo XX. Cualquiera puede recordar la estética de las demostraciones nacionalistas vividas a lo largo de ese siglo.
En la misma España, Franco reunía el 1 de octubre de 1975 a 700.000 personas en la Plaza de Oriente que sumergidas en el espíritu de tribu llegaron a clamar "al paredón" "al paredón" apoyando la decisión del dictador de aplicar la pena de muerte. Por suerte España ha evolucionado mucho desde entonces. Tenemos una Constitución que garantiza los derechos humanos y somos seguramente uno de los paises con menos fiebre nacionalista central. No vivimos como EEUU y tantos países pegados a la bandera. Por no tener no tenemos ni letra para nuestro himno. Y no pasa nada.
Otra cosa es que no no nos defendamos cuando el nacionalismo local pretende crear fronteras entre nosotros.

Las tribus hace tiempo que han sido superadas en Europa. Incluso  hemos conseguido  que en gran parte de nuestro continente desaparezcan las fronteras  para centenares de millones de personas. La estética está muy bien para los espectáculos, pero no nos debe influir  la utilización polìtica que hace de la misma el nacionalismo .
Mucha estética y poco contenido intelectual.

16 comentarios:

  1. Interesante. La estética es una de las fijaciones de los movimientos totalitarios e identitarios. Las masas unidas por un color o por un uniforme simbolizando que les une un ideal. Mira el nacionalsocialismo o el comunismo, ambos amigos de estas estéticas. Un saludo.

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    1. Gracias por el comentario
      Estamos de acuerdo.
      De todas formas hay que dejar claro que el nacionalismo catalán, al menos hasta el momento, está a años luz de las ideologías radicales del siglo XX.
      Saludos

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  4. Muy bueno y muy cierto. Y como componentes de una pequeña tribu que son, están haciendo el ridículo ante el mundo, si no, tiempo al tiempo.

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  5. A ver si nos informamos un poquito antes de escribir. La ANC, organizadora de la cadena, pidió que los participantes llevaran camisetas de color amarillo ya que de esta manera el efecto visual en las fotos aéreas tendría un impacto mayor, como así fue.

    E insisto, el nacionalismo español, ése que obliga a todos a ser españoles en contra de su voluntad, está provocando la fractura que tanto denuncian los unionistas, y dando alas a los movimientos independistas catalanes (que no tiene por que ser nacionalistas).

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  6. Muy bueno y acertado como siempre.

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  7. Más opiniones sobre el tema http://t.co/2JBC0DyOlz

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  8. Estoy de acuerdo y es un buen analisis...difiero en el respeto al Himno Nacional y la bandera....no solo los americanos "viven pegados a ella" tambien soy canadiense y vnezolana ..en ambos paises se respeta y exhib con orgullo....es una pena lo que pasa aqui ...y en ambos paises hay diferencias de una regipn a otra, pero la bandera y el himno los unen y representan.,.,el nacionalismo lo considero un remanente del tribalismo y un salto al pasado...

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    1. A ver, por un lado el encanta que un pueblo se sienta unido por un himno y una bandera y por otro critica el nacionalismo, no es eso contradictorio?

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    2. Gracias por tu comentario ana patricia.
      Mi respeto es total a cualquier himno y bandera. Comento el caso norte americano porque me parece excesivo y a veces repetitivo, pero no es más que una opinión.Me sirve solo como ejemplo de lo poco nacionalista que es el español.
      Saludos

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  9. El utilizar la estética como reclamo es un truco, como lo es la retórica encendida o la demagogia independentista. Como los señores que enarbolan este proceso de secesión no se caracterizan precisamente por su retórica (son oradores bastante mediocres por decir lo menos) utilizan mucha demagogia y ahora se escudan en estos reclamos, que son como los huevos de pascua, por fuera muy bonitos, pero vacíos en el interior

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  10. Gracias por el comentario
    Estamos en la misma línea.
    Saludos

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