sábado, 22 de junio de 2013

Cataluña no es Letonia ni es Estonia.

Como precalentamiento para los fastos previstos por el nacionalismo para  2014 se está preparando para septiembre  de 2013 un espectáculo mediático que atraiga la atención de televisiones y prensa de todo el mundo. 
Las entidades "culturales" locales, generosamente subvencionadas por el Govern con el dinero de todos, preparan una cadena humana que recorrerá de Norte a Sur el territorio catalán. Su objetivo será demostrar la "unión" del pueblo catalán por la secesión de Cataluña del resto de España. Su modelo es la cadena humana formada el 23 de agosto de 1989 que unió Tallín (capital de Estonia) con Riga (capital de Letonia) y Vilnius (capital de Lituania). Esta cadena, llamada Camino Báltico, fue organizada por los Frentes Populares de las tres Repúblicas para conmemorar y denunciar los 50 años del pacto firmado por  la Unión Soviética y la Alemania Nazi que fue el preludio de la invasión de las Repúblicas Bálticas por la Unión Soviética.
El Camino Báltico fue un acto de demostración de la unidad báltica en el que se pretendía además impulsar las reformas democráticas puestas en marcha por el Soviet Supremo. Tuvo también algún grado de aquiescencia por parte de los nacionalistas bálticos.

Sin duda en su contínua tarea de reinterpretar y si es preciso reescribir la Historia, el nacionalismo catalán nos contará nuevas versiones de este acontecimiento.
De hecho de la misma forma que se compara a Cataluña con Escocia, Quebec y Kosovo (el interesado podrá leer mi opinión en las correspondientes entradas de este blog),  en este año 2013 se va a comparar nuestra Comunidad con Letonia y Estonia. Todo vale para el nacionalismo.

Estonia y Letonia prácticamente no brillan con luz propia en la Historia hasta el siglo XII en las llamadas Cruzadas Bálticas promovidas, para su  cristianización, por los caballeros teutones por las que cayeron bajo la influencia germánica. En el siglo XV el dominio pasa a ser ejercido por el Gran Ducado de Lituania y Polonia. En el XVI Suecia domina todo el Norte de Estonia, para finalmente consolidarse en todo el territorio, incluyendo Letonia. En 1710 Pedro I el Grande de Rusia conquista los países Bálticos que se mantienen bajo dominio ruso hasta 1918.
Con la primera revolución Rusa de 1917 se concedió mas autonomía a Estonia y Letonia fijándose unas fronteras más parecidas a las actuales. Tras la revolución bolchevique de octubre, la Asamblea Provisional de Estonia declaró,el poder soberano de Estonia, declarando la independencia el 23 de febrero de 1918,  produciéndose a continuación la invasión por las tropas del Reich Guillermo II. En el caso de Letonia la declaración de independencia  se hizo el 18 de noviembre de 1918 una semana despues de acabar la primera guerra mundial.
Con el tratado de Versalles Alemania perdió todos los derechos y se aceptó la Independencia de Letonia y Estonia.

El 23 de agosto de 1939 se firmó el pacto de no agresión entre la Unión Soviética de Stalin y la Alemania de Hitler, quedando ambas repúblicas bajo el dominio soviético. Este pacto es lo que se conmemoró y rechazó con la realización del Camino Báltico cincuenta años más tarde. Con el desmembramiento de la URSS a inicios de los 90 Letonia declaró la restitución de su Independencia el 4 de mayo de 1990 y Estonia lo hizo el 20 de agosto de 1991. Mikhail Gorbatxov declaró jurídicamente nula la anexión en 1940 de las repúblicas bálticas, lo que supuso el reconocimiento de facto de su independencia.  La anexión de Estonia y Letonia por la URSS nunca fue aceptada por los países occidentales por lo que  las Instituciones Internacionales recibieron con los brazos abiertos a las Repúblicas que habían salido del yugo soviético.

Querer comparar Cataluña con Letonia o Estonia descalifica, por razones históricas, al que lo intenta.
Cataluña ha formado parte de una otra forma de la entidad que hoy llamamos España desde hace XX siglos. En los últimos 500 años ha formado parte de la Monarquía Hispánica, y en los últimos 300 lo ha hecho en condiciones de igualdad con el resto de regiones de España.
Estonia y Letonia han sufrido diversas invasiones a lo largo de los siglos por alemanes, polacos, suecos, rusos alcanzando la independencia  en los inicios del siglo XX y reafirmándola a finales del mismo siglo. Su independencia se consigue por la reorganización tras la Gran Guerra y se confirma tras la desintegración de la URSS.
Cataluña nunca ha tenido Estado propio, ni su situación es fruto de una invasión o de un acuerdo internacional tras una guerra mundial, ni pertenece a un estado en desmembración (aunque a alguno le gustaría). Realmente Cataluña no es Letonia ni es Estonia.

Biblografía.-
1.- Quatre Vies per a la Independencia. Marti Anglada. Raval Edicions.
2.- Wikipedia. Estonia
3.-Wikipedia. Letonia

15 comentarios:

  1. ¿Y? ¿y qué? Cuba nunca fue un estado, hasta que un día lo fue (no soy catalán, pero la realidad hay que mirarla a la cara).

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    1. Gracias por el comentario.
      Cuba fue un país colonizado. Lo mismo que todps los del continente americano. El proceso de descolonización se produjo y fue reconocido por todos.
      Cataluña nunca ha sido colonizada. Ha formado y forma parte de España.
      Saludos

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  2. Y que!. Yo tambien soy canadiense y vivi el separatismo de Quebec...y te puedo decir que arruino a la rovincia, que las industrias fueron para Ontario, que nunca se gano un solo
    Referendum por la independencia y que ya esta avisado que el proximo sera a nvel nacional,
    Porque todos los canadienses

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  3. Gracias por el comentario
    Como sabes muy bien, los nacionalistas también comparan Cataluña con Quebec. Tengo un post con mi opinión.
    Por otra parte muy interesante tu opinión sobre las consecuencias económicas que tiene la celebración de un referéndum secesionista.

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  4. Buenas tardes,

    Buena reflexion, amigo. Como bien dices querer inventarse otra Historia, siempre és posible, pero no te da derecho a nada.

    La algarada de Mas és lo unico que puede hacer ante el tremendo fracaso electoral que sufrio el pasado año. No hizo lo que honestamente le hubiera valido, al menos mi simpatia, por ser valiente y acorde con lo que proponia pir una parte, y lo que por otra cosechó. Deberia haber dimitido.

    Cataluña necesita prosperidad, trabajo y buenos alimentos...como el resto de España.

    Lo demas son justificaciones para seguir viviendo de una vaca que dificilmente puede seguir alimentando a tanto codicioso y a tantos hombres sin escrupulos, para los que el dinero no tiene dialecto ni lengua reconocida.

    Un abrazo.

    Eduardo. @e13sirio

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    1. Gracias por el comentario.
      Mas inició una pequeña hoguera pensando en objetivos concretos, pero ERC y los elementos más nacionalistas de CiU se han encargado de echar gasolina, mientras los medios subvencionados insuflaban aire con sus aplausos visuales y escritos.
      La situación actual es muy difícil ya que muchas de las familias dominantes en Cataluña han tomado partidos.
      Procuraremos poner delante el sentido común, el "seny" que ellos han perdido, la honradez y la defensa de nuestros valores.
      Saludos

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  5. Después haber visto la transición por allá, me tocó vivir unos 10 años en Catalunya. Y si, hace tiempo ya que veo similitudes. No en forma historia bélica, más bien en una buena ración de nacionalismo mítico. Que no está nada mal en dosis normales pero puede ser fatal si se pasa. De hecho, durante era soviética, las represiones no han logrado nunca tanto dolor al sentido nacionalista que independencia- no se podía exculparse ya con lo del M sino aceptar que mayores chorizos son de su propia nación...

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  6. Después haber visto la transición por allá, me tocó vivir unos 10 años en Catalunya. Y si, hace tiempo ya que veo similitudes. No en forma historia bélica, más bien en una buena ración de nacionalismo mítico. Que no está nada mal en dosis normales pero puede ser fatal si se pasa. De hecho, durante era soviética, las represiones no han logrado nunca tanto dolor al sentido nacionalista que independencia- no se podía exculparse ya con lo del M sino aceptar que mayores chorizos son de su propia nación...

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  7. Totalmente de acuerdo con el artículo de Libertadunico, he vivido en Letonia y me he interesado por su historia (y en general la de Europa en el Siglo XX) y creo que una cadena catalana no está ya sólo fuera de lugar sino peor aún, resulta una parodia de la báltica. Por más victimista que se quiera ser no hay modo de compararse con el sufrimiento de los bálticos, antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial. Si alguien duda, que se lea Archipiélago Gulag y me cuente si una acción así por parte de los catalanes no sería insultante.

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  8. Gracias por el comentario

    Interesante sin duda la opinión de alguién que haya vivido en Letonia.

    La posible cadena humana catalana se quiere aprovechar de la imagen que tuvo en el mundo la cadena Báltica.
    Se trata de comparar cosas incomparables para conseguir objetivos particulares para la oligarquía
    catalana.

    Lamentablemente los medios subvencionados se encargarán de encontrar paralelismos donde no los hay.
    Saludos

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  9. Visca Catalunya lliure!!!! #femvia la #viacatalana serà un èxit!!!

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  10. Pues Letonia y Lituania acaban de decir que estarían dispuestos a reconocer la independencia de Cataluña, y ven similitudes con su propia historia...

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    1. Gracias por el comentario.
      Me parece que ya han dado marcha atrás.

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  11. No ha habido propiamente un Estado Catalán (excepto por pocas semanas); no obstante, eso no puede negar que durante una franja de tiempo considerable los Condados Catalanes mantuvieron su independencia del Reino de Francia, funcionando de manera independiente entre ellos aunque conscientes de formar una unidad y de estar bastante controlados por el Condado de Barcelona siendo Empúries, Urgell i Pallars tierras que solían se dependientes de facto de Barcelona, y según el momento, vasallas o leales de iure a Barcelona

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  12. Gracias por el comentario
    Nadie lo duda, pero también es cierto que durante la edad media y a lo largo de siglos han existido en España y en Europa condados, ducados, marquesados, principados, señoríos..., que se fueron fundiendo en los grandes Estados nacionales.

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