sábado, 1 de diciembre de 2012

El Estado discriminador y esquilmador


Me considero una persona afortunada por haber conseguido mantener un empleo estable a lo largo de los años, pero debo confesar que durante ese tiempo ese ente al que suelen llamar Estado (que  por cierto no para de llenar los juzgados de políticos-delincuentes que se han lucrado con la corrupción) ha estado ejerciendo sobre mí una contínua discriminación negativa. Por lo que veo, esa discriminación continuará si algún día logro alcanzar el estatus de pensionista ya que se trata de ir igualando rentas, independientemente de la aportación y del trabajo realizado.

En la noche de los tiempos cuando uno decide estudiar una carrera universitaria renuncia a una serie de  comportamientos y diversiones inherentes a la edad. Estudiar y trabajar para poder pagar su coste no es fácil, pero produce la agradable sensación de que  se está construyendo el futuro. A las burlas de una parte del entorno por perder tanto tiempo estudiando se antepone la visión de que algún día llegará  la recompensa....Y  a veces llega. Estudios acabados y contrato laboral  (eran otros tiempos) partiendo eso sí desde lo más bajo.

Comienza ahí la gran carrera a la evolución dentro de la empresa. Muchas jornadas de más de 10 horas. Muchos sábados y domingos con trabajo para casa. Muchas tensiones. Mucha competencia y también muchos golpes bajos. Muchos días y semanas de dormir fuera del hogar. Mucho estudio continuado. Mucho adaptarse a todas las variaciones, incluyendo las tecnológicas. Muchos errores y también muchos aciertos  (por que el que no acierta  no llega) y tras muchos  años , uno consigue  alcanzar un buen estatus dentro de la empresa ...y  un buen nivel salarial. Estatus que no es eterno, que  hay que mantener cada día con más trabajo, más estudios, más renovación, más sacrificios y más aciertos.

Pero ahí llega el Estado con su discriminación negativa ampliamente apoyada por algo que se aproxima a la dictadura popular. Uno que se consideraba  un buen ejemplo a seguir, resulta que pasa a  formar parte del grupo de los "malos", de los supuestamente "ricos",  cuando no eres más que un simple asalariado que se ha ganado con su sudor hasta el último céntimo de euro y que lucha como un cosaco para llegar a fin de mes y poder pagar la hipoteca.

¿Que quieres llevar a tus hijos a un Colegio público? Pues te fastidias. Recuerda, eres  del grupo de los "malos". Por ello  serás el último en elegir ya que por delante tuyo están los que tienen menor renta declarada (que no tienen por qué coincidir con los que tienen menor renta real). Hablando de renta, el Estado se encarga de disminuir drásticamente la tuya.
Si además tienes la mala suerte de que en tu Comunidad gobierne un partido nacionalista la esquilmación de tu salario puede llevarte a que ese Estado junto al Estadillo nacionalista se lleve el 56% de tu salario. Creo en la solidaridad, pero no creo en la solidaridad forzosa cuando llega a límites de esquilmación. A mí me gustaría decidir cuando ejercer la solidaridad y lo haría ...y mucho, pero la negaría para mantener a toda esa cohorte de politiquillos corruptos que utilizan tu dinero para satisfacer sus necesidades y la de familiares y amigos muy allegados. Uno tiene la impresión de que el que toca dinero público, convencido de que  no es de nadie,  como dijo la  ministra, puede hacer con el lo que quiera.

Si tus hijos sacan unas notas excelentes no pueden acceder a ningun tipo de beca ya que tu nivel salarial (aunque muchas veces se te haga difícil llegar a final de mes) los bloquea ya que deben ser concedidas a las rentas que declaran un valor más bajo. El valor de las notas es importante, pero secundario a la renta. Eres un apestado por el Estado y tu descendencia también lo sufre. No tienen igualdad de oportunidades.

Me horroriza oír las barbaridades que  dicen en sus discursos  los políticos. Comunistas, socialistas e incluso PP y otros varios te siguen tratando de apestado. ¡Qué paguen más los ricos¡,  dicen como nuevos Robin Hood (algunos con suculentas cuentas en Suiza). Y una buena parte de la población brama también al unísono : ¡Qué paguen más los ricos¡.  Resulta que te incluyen como rico a tí, pobre y esquilmado asalariado y no a los que verdaderamente lo son.
No cuentan como ricos los que ganan cantidades desorbitantes y con enormes patrimonios y que esconden su fortuna para no pagar al fisco.  Los que comparten mantel y otros beneficios con los políticos y reciben a cambio leyes hechas a su medida. Es más fácil atacar a los asalariados... y a los jubilados con pensiones más altas...Y  una gran mayoría aplaude. Sobre todo aquellos que eligieron el camino de lo fácil y de la subvención. Los que nacieron con derechos, pero sin obligaciones. Que son muchos.

Sigo pensando que el desarrollo personal y la capacidad de dirigir tu destino, no siendo un mero sujeto de subvenciones, merece la pena, pero estoy en contra de que el Estado denigre a los que luchan y crecen con su esfuerzo y acabe convirtiendo en héroes a los que se enganchan al remolque de la subvención y a aquellos que niegan toda solidaridad escondiendo su gran patrimonio.

No llevo mi espíritu liberal al extremo. Creo en la solidaridad y en la ayuda social. Formo parte de  una sociedad y estoy de acuerdo en colaborar al bienestar de la misma más que la media. Me encanta poder hacerlo. Pero estoy en contra del abuso, del estado esquilmador y redistribuidor a su antojo e intereses, de la creación de castas cuyo único sentido en la vida es aprovecharse de la subvención y retorcer la ley para beneficiarse a costa, muchas veces, de personas realmente necesitadas. Estoy absolutamente en desacuerdo con la dictadura de la mayoría que impone leyes injustas simplemente para que esa mayoría se vea favorecida.
El individuo también es importante.


10 comentarios:

  1. Suscribo cada una de tus palabras. También aporto a tu artículo que los muy ricos no pagan impuestos ni son solidarios ya que esconden su dinero en las SICAV. Verdaderos paraísos fiscales donde los inspectores de hacienda no pueden ni soñar con meter la nariz.
    Es repugnante que se castigue el esfuerzo y el mérito y se premie la mediocridad. Nadie se acuerda ni admite es sacrificio que nos costó trabajar y estudiar. Llevamos el germen de la autodestrucción de una sociedad.

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    1. Gracias por el comentario.Esta es una sociedad que premia la picaresca y castiga la evolución social fruto del esfuerzo. Yo tengo la esperanza de que se trate de un ciclo y que los valores intrínsecos al individuo vuelvan a predominar en el tiempo.Desde nuestra insignificancia, lucharemos par ello.

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  2. Entiendo y comparto tu postura, siendo autónomo actualmente pero habiéndo crecido laboralmente en una multinacional durante 12 años. La mentalidad tan arraigada durante los últimos años en nuestro país de que el Estado tiene que solucionarlo todo, hace que sea más fácil que dicho Estado CONFISQUE(estime que es la palabra oportuna hoy día)las percepciones de quién se las gana conforme a unas condiciones pactadas ó ganadas tras mucho tiempo de trabajo. Y digo fácil por no decir cómodo.
    @JASANCHEZT

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    1. Gracias por el comentario. El estado confisca, esquilma y discrimina a aquellos que creen que el crecimiento personal, social y económico se basa en el sacrificio, estudio continuado y adaptación contínua a las nuevas circunstancias. El problema es que la sociedad se convierte en cómplice y actora cuando adopta la subvención y la exigencia al Estado (dando poco a cambio) como su modus vivendi. Seguiremos luchando dentro de nuestras posibilidades.
      Saludos

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  3. Creo que una educación libre elegida por cada uno o por los padres y el cheque escolar serían la solución a esta nación de partidos dirigidos hacia el pensamiento único de derechas o de izquierdas, me da igual

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  4. Seguramente esa sería una medida en el buen camino. Harían falta muchos más cambios para que la palabra Justicia adquiriera su verdadero valor.
    Saludos

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  5. Cuanto dices es cierto y doloroso, y serian precisas medidas muy estrictas de control para que hacienda pudiera intervenir a quienes realmente amasan fortunas y que de entrada seria tan fácil como el control del gasto y el patrimonio frente a unos ingresos tapadera. Esos son los ricos, felicidades, un buen articulo que debería salir a la luz para que mas de uno reflexionara.

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  6. Gracias por el comentario. Faltan ganas de inspeccionar de verdad. Es más sencillo tomar nota de las nóminas declaradas e ir aumentando impuestos contínuamente. Lo que pasa es que eso tienen un fin.

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  7. Como te digo en Twitter, me llama la atención ese reclamo de ayudas que no te llegan, por que te pasas, y en cambio otr@s much@s las consiguen por que declaran menos (autónomos y empresarios).
    Si el fraude fiscal no se corrige, con la que está cayendo, las desigualdades y la hipocresía, seguirán reinando.
    Un cordial saludo,

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  8. Gracias por el comentario. No me quejo de que yo no reciba ayudas.Me quejo de que el sistema esté montado de tal forma que solo se controle a una parte de la población y que otra parte, aún con mayor poder adquisitivo ,pague menos impuestos y reciba todo tipo de ayudas sociales. Lo peor del caso es que es algo que se denuncia contínuamente, que todo el mundo sabe ,pero nunca llega el político capaz de emprender reformas de verdad.
    Denuncio también que el sistema ffabrique personas cuya profesión es la caza de la subvención.

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